ENTREVISTA A SONIA COLL: DIFERENTES FORMAS DE CANALIZAR.
El pasado 4 de mayo Jorge Lázaro León entrevistó a Sonia Coll. Tras algunos problemas técnicos con el sonido, la entrevista pudo salir adelante. Es una entrevista que engancha, por la naturalidad y a la vez por la profundidad del contenido. Te ofrecemos aquí gran parte de la entrevista:
JORGE: ¿Cómo te definirías?
SONIA: Definirme es complicado. Para definirme me pregunté: ¿Cómo podía ayudar a los demás? Cuando era pequeña, tenía mi manera de percibir las cosas. Tenía una gran sensibilidad y me costaba expresarla. Así que cerré esa forma de ver las cosas, como cuando cierras el corazón (muchos lo hemos tenido que hacer). Cuando fui creciendo, otra vez se me despertaba. Pero no encajas con la sociedad, con el mundo. Venía de un entorno muy tradicional donde no sabían nada del mundo espiritual y continué cerrada.
Siempre escuchaba “¡Ábrete, ábrete, ábrete sin miedo!”. Pero tenía miedo y me cerraba. Al final me di cuenta de que la solución era abrirse. Esto ocurrió hacia los 30-32 años (ahora tengo 46). Pero hace unos 12 años, sentí que cuando hablaba con la gente las percibía de otro modo. Tenía una sensación en la que yo me apartaba y al hablar en una conversación normal con alguien venía una información que yo daba y no sabía muy bien de dónde venía. Lo que sí notaba era en mi pecho algo muy intenso, una ligera presión en el pecho y entonces, hablaba. Lo sabía hacer de una forma muy disimulada, de una forma en que colaboraba con esa información que estaba llegando.
Para mí canalizar (porque esto va de canalizar) es como ceder el asiento. Ceder tu asiento al Ser (que también podemos llamar Dios, la Esencia, la Fuente…). Cuando canalizo, para mí es algo muy natral. Hay tantas maneras de canalizar como personas existen. Es la luz, el Ser que está siempre disponible para todo el mundo. Y está dentro, no está afuera, esperando a que lo llames. Cada persona tiene su cultura, sus creencias, su educación, sus miedos… Al final es la Luz, con su “amabilidad” que se adapta a ti y sabe cuál es tu mejor manera. Hay personas que canalizan a través del lenguaje de Luz, hay personas que canalizan de otras formas… todo está bien. Porque es el ser humano quien tiene que adaptarse un poco y también la Luz se adapta a la persona para que el mensaje se dé. Para mí lo importante no es la forma, sino el mensaje que se da. Dilo como quieras, como sientas, pero que salga de la Verdad, de tu corazón.
En mi caso la canalización es muy natural. No tengo que hacer ningún ritual. Simplemente conecto con la persona (cuando es una canalización para alguien), a nivel de corazón me abro absolutamente a esa persona y pido el bien mayor. En ese momento yo hago eso: cedo mi sitio. Para mí cada persona tiene dos tipos de mentes: la mente inferior y la mente superior. Es como si mi mente inferior, que llamamos ego, se adormece y yo me voy. Me quedo allí, porque de alguna forma tengo que colaborar con el Ser a través de mi cuerpo para dar una información. Cedo el asiento, pero mi mente superior es la que accede y se conecta, se vincula con el Ser (Guías, Maestros, lo que sea) y a partir de allí, sale la información. Mi forma de canalizar es por escrito o por voz.
JORGE: Sonia, ¿Podíamos tener de alguna forma claridad sobre cuándo sentiste ese momento en que es la Verdad la que se expresa a través de ti? Porque hay personas que les surge esa preocupación: “lo que yo estoy canalizando, ¿Es el mental inferior o es el superior?”. ¿Cómo pudiste darte cuenta de que eso ya era desde el lugar correcto?
SONIA: Ésta es la “pregunta del millón”. Las personas que están en el ámbito espiritual o están apareciendo en este entorno se preguntan ¿Cómo sé que soy yo o es realmente el Ser superior a través de un Guía, a través de un Maestro o de quien sea quien habla? Yo de esto me di cuenta por la sensación de paz. Una sensación diferente a mis interacciones del día a día. Es una sensación de mucha paz. Siempre que se canaliza se siente esa sensación y noto en el centro del pecho una vibración que se expande, que se irradia hacia afuera. Ahí ya a Sonia no le importa lo que va a decir, sólo se está utilizando mi cuerpo. Tampoco es una cuestión de “posesión”. Hay gente que cree que un ser entra en ti y habla a través de ti. Tampoco es así.
No sé si recordaréis la oración de San Francisco de Así en la que decía al inicio: “Señor, haz de mí un instrumento de tu paz”. Se trata de eso: Sonia se aparta y paso a ser un instrumento. Pero desde el amor. Yo estoy muy segura de que no se me va a utilizar, ni se me va a apoderar ninguna energía extraña, porque estoy sintiendo en el corazón. Es como ahora, estoy sintiendo la apertura ahora mismo hablando contigo y con todas las personas que están escuchando y estoy segura de que tú también. Así me doy cuenta yo.
JORGE: Esto que dices es súper importante, porque hay personas que tienden a idolatrar a las personas que canalizan. Todo el mundo quiere llegar a canalizar, como si eso fuera algo extraordinario. Y me gustaría preguntarte: ¿Cómo es la vida de un canal? Un canal que vive con la naturalidad con que tú vives el ego, pero desde una conexión con el Ser. ¿Cómo es un día de Sonia?
SONIA: Cuando tomas la decisión de dedicarte exclusivamente a esto, que es muy difícil (y tú lo sabes), porque estamos dentro de una sociedad, de un sistema. Yo he trabajado en el entorno empresarial, en Educación Infantil… he hecho muchísimas cosas. Cuando tomas la decisión, al final es casi una filosofía de vida. Cada día me levanto y cada día estoy trabajando en mí. No es que tenga que cumplir un horario, ver una serie de personas, tengo que ayudarles en una canalización, en una sesión o en un curso y después me voy a dormir. No: para mí es estar en contacto directo con el Ser el máximo de tiempo posible desde que me levanto. Intento no desconectar. Y eso al principio es difícil, pero es una decisión voluntaria. Porque mi decisión desde que me levanto es: no quiero escuchar a mi ego (mi ego es el parlanchín, el que siempre está hablándonos de miedos, de dificultades…) y desde que me levanto me pongo en manos de la Luz, del Guía que corresponda y ya está. Mi día es así y os lo digo de verdad. A veces la gente me dice que esto es muy difícil. No: es así porque llevo una vida muy tranquila. No estoy interactuando constantemente con el mundo, sino que llevo una vida muy sencilla, casera, de cosas sencillas. No tengo ningún “capricho”. Y desde que me levanto, mi objetivo es ése: mantener al ego súper dormido. Sé que tengo una personalidad y en una personalidad hay un ego. Pero intento mantenerlo a raya para poder estar conectada. Y si estoy conectada, da igual si estoy haciendo una sesión o si no lo estoy haciendo. Me dijeron una vez en canalización que al final se creaba un vínculo entre la mente superior y tu cuerpo, y en ese vínculo te mueves durante el día, pase lo que pase. Así vivo yo.
JORGE: Me parece una forma de vivir maravillosa, desde la plenitud de la acción consciente que sostiene el Ser en ti, dejándolo expresarse. Creo que veces complicamos todo un poco más de lo normal y todo el mundo intenta de alguna forma preguntarle a un canal y yo quiero aprovechar, porque a mí me enamoró la primera vez que nosotros hablamos conscientemente en una terapia y me encantó tu forma de canalizar (estoy acostumbrado a otro tipo de canales). Yo tengo una frecuencia de canalizar que se asemeja mucho a la tuya. Y, además, otra más definida en el Ser. Y yo dije: “¡Me encanta!”. Yo estaba buscando un canal así por todos lados que hablase de esa importancia de trascender el ego. No siempre hay que hablar de un Ser de Luz. Y aquello me llegó de una forma especial porque, evidentemente, era lo que necesitaba en ese momento por ley de vibración. Pero, además, tenía súper claro que era la persona perfecta para eso.
A veces la vida y lo que está más allá de los ojos se acerca a nosotros cuando estamos en esa acción consciente continua y sostenida para darnos un aliento, para mostrarnos que están ahí. No sé si te apetece compartir alguno de esos momentos que yo sé que son a veces muy personales, pero alguno de esos momentos de conexión, de Fe que cuando el otro escucha dice: “¡Esto existe, es verdad!”. Porque a veces creemos, pero no con esa Fe intensa y sostenida que nos gustaría, porque el ego está ahí jugueteando a su manera. No sé si tienes algún momento donde sentiste algo especial, una conexión especial y que te gustaría compartir aquí con la comunidad.
SONIA: Hay muchos momentos especiales… Primero quiero compartir lo siguiente: para mí la Luz, es Luz. Para mí no hay forma, la forma está sólo en esta dimensión. Tenemos un cuerpo y tenemos que convivir en este mundo. Para mí la Luz es la que decide la forma que necesita tomar en cada momento. Cuando yo siento la presencia de un Maestro, de un Guía, incluso de un fallecido, de un ancestro, de lo que sea, sé que es la Luz (que no tiene forma, pero que está utilizando esa forma concreta) para hacerme llegar un mensaje que yo voy a entender mejor desde esa forma. Lo tengo muy claro: la Luz es Luz.
A mí lo que me sucede es que tengo muchísima conexión (y es mi inspiración) con lo que yo llamo la “Familia Crística”, que para mí es Jesús, María Magdalena y María (aunque hay otros detrás). Ellos tres son los que siempre me llegan como imagen, o dentro de un sueño, o se me muestra en una señal, o me hablan, o escucho un eco… Y sucede como si fuera lo más natural del mundo. Y eso es lo más importante: para mí no hay solemnidad cuando canalizo. No es ceremonioso. Para mí es como una charla de amigo a amigo, de hermano a hermano y me pasa con ellos. Al principio me sentía mal, porque yo decía “¿Cómo puedo estar escuchando a Jesús, a María o a María Magdalena así, cuando ellos son Maestros, y los escucho como si fuera una conversación muy llana?”. En esos momentos especiales es cuando escucho un “¡Ánimo, hermanita!” o: “¡Lo estás haciendo muy bien! Tranquila, tus palabras se escuchan. No tengas miedo, no te preocupes”. Esos momentos tan familiares en que escuchas eso me sorprenden. Y son los momentos más bonitos para mí, los más naturales.
JORGE: Además, cuando dices “¡Ánimo, hermanita!” la cara tan bonita y resplandeciente que te sale. Porque son como anclajes que se te quedan y que con sólo recordarlos ya nos conectan con algo muy especial. Me gusta mucho lo que comentas, de que para ti la Luz es Luz. A veces intentamos seguir poniendo etiquetas en ese otro mundo que no las tiene. Y que, como muy bien dices, a veces viene con una forma concreta a través de la cual recibimos mejor el mensaje.
Yo estoy encantado de oírte y hay una curiosidad que tengo: ¿Cuál es tu percepción, tu lectura, de todo este momento convulso que estamos viviendo de despertar, de movimiento, de la gente buscando con una necesidad aplastante la Verdad o el bienestar? ¿Cuál sientes que es tu entrega a ese mundo?
SONIA: Yo he aprendido con los años a no darle importancia al tiempo. Me costó, porque cuando estamos en esta dimensión hay tiempo y espacio: forma parte de la dualidad. Intentar entender que el tiempo no existe te da una apertura de visión mucho más amplia en la que pasas por alto la época en la que estés viviendo. Sé que he escogido esta época. Todos hemos escogido una época en la que parece, a nivel de este holograma que se llama “mundo”, que hay un gran despertar. Y sólo me baso en eso: me da la sensación de que hemos escogido, en realidad no nos ha venido este mundo a nosotros. Hemos nacido en esta época por algo. Incluso me da la sensación de que cuando mueres y dejas este cuerpo tenemos la creencia de que si reencarnamos vamos a ir a una época futura. Pero si no existe el tiempo, ¿Por qué no puede pasar que reencarnemos en una época pasada? Eso es lo que me ha dado vueltas en la cabeza mucho tiempo y le doy toda la posibilidad y veracidad a este tema. Puede ocurrir. Entonces he aprendido a no darle importancia a lo que el mundo me está mostrando. No quiere decir que pase de todo. Pero no le doy tanta importancia a lo que está pasando, sino a cómo me siento yo respecto a lo que está pasando. Tampoco hay ninguna pretensión de salvar a nadie, ni ninguna pretensión de “yo tengo una misión especial aquí, en este mundo y tengo que compartir esto”. Esto tampoco existe. He aprendido a vivir fluyendo.
Hace como tres años que estoy intentando escribir un libro. Estoy ya acabándolo y me doy cuenta de que no voy a mis tiempos. Voy al tiempo que me dicen “los de arriba” o “los de adentro”, mejor dicho. Me dicen: “Ahora toca escribir” y escribo, canalizo. Me dicen: “Ahora no” y estoy 3 meses, 4 meses sin escribir. Después me dicen: “Ahora sí”. Venga, vamos. Por eso he aprendido a no darle demasiado valor al tiempo a y las épocas que estamos viviendo. Si tengo que dar un mensaje es que cada uno deje de prestar tanta atención a lo que hay afuera y empiece a prestar atención a cómo lo interpretamos. Es más importante tu interpretación de las noticias o de la bomba que esté a punto de lanzar el señor Putin (esperemos que no). Para mí es una película el mundo. Suena fuerte, pero para mí es una película. Y entonces yo sé que estoy aquí, pero no quiero formar parte o ser un protagonista de esa película. Yo quiero ser el observador y ver el mundo desde fuera.
JORGE: (se ríe) Te escucho con 10 segundos de retardo, pero no sabes cuánto me he reído cuando has dicho que llevas 3 años para terminar un libro. Yo llevo 3 años para terminar un libro también y estoy en la misma tesitura que tú. Hay amigos que me preguntan: “pero, ¿Cuándo lo vas a terminar?” Y yo me pongo un mes con mucha intensidad, al otro mes no…
Me resulta inmensamente maravilloso lo que has contado del tiempo. Y, además, yo te comparto que tengo la plena certeza de que es así. Incluso creo que podemos estar en esos mundos paralelos, encarnados en el pasado y aquí a la vez, mientras vamos evolucionando para facilitar los procesos. Creo que hay ahí una información maravillosa y mágica y que ya llegará el momento de contarla cuando haya que hacerlo.
No sé si es el momento o no (tú me dirás) de si tenemos que saber algo sobre qué trata ese libro (se llama “cotilleo espiritual”).
SONIA: Bueno, fue un libro que al principio me resistí. Estoy terminándolo ya. Es como un parto muy largo de 3 años. Me resistí porque hay una parte canalizada totalmente. Y piensas: “Dios mío, publicar esto… Igual no va a ser tan acertado. Porque igual me van a tachar de loca”. Y entonces me decían: “Te estamos guiando, tranquila”. Y yo pensaba: “Decir esto suena a fuerte y pretencioso”. Y me decían: “¿No eres canal? Canaliza esto y después comparte la parte personal”. Y el libro va de eso: hay una parte canalizada con 3 mensajes muy potentes que ya los tengo resguardados. Y hay una parte de reflexiones desde mi Ser Superior que comparto en el libro. Aparte también, vivencias personales que he tenido muy potentes que me han ayudado a llegar al nivel de consciencia donde me encuentro ahora.
Yo siempre digo (y seguro te ha pasado a ti también) que para ayudar a otros tienes que entender el dolor y el sufrimiento. No puedes hablar a alguien que está sufriendo sólo habiendo leído libros o habiendo ido a cursos y conferencias. Tienes que haberlo sentido dentro de ti. Y cuando tienes vivencias tan fuertes y duras en tu vida (quizás las peores que te podrían ocurrir) hay una apertura aún más grande y para mí es una oportunidad enorme poder después lanzarlo hacia afuera y poder entender a la persona que lo está pasando mal, sin ningún tipo de juicio. Eso es lo que a mí me está ayudando más en mi día a día.
JORGE: Estoy totalmente de acuerdo contigo en que al final la vida nos lleva a experimentar para poder entender a la persona que está enfrente, empatizar y tener esa Maestría de la experiencia de la vida. Como tú bien dices, que no venga de leer un libro o de una formación, sino que lo haya experimentado y vivido. Y en esa comprensión y aceptación plena del dolor hay una elevación de la conciencia. Yo no conozco a nadie que se dedique a esto que no haya tenido experiencias más o menos intensas, y algunas inmensamente dolorosas. Al final se trata de eso: de ser valientes en el experimentar, para luego poder tender la mano.
Quiero preguntarte acerca de la Familia Crística, que me encanta y me resuena mucho, y muchos de los que estamos en este mundo sentimos a través de ellos ese impulso de búsqueda y de querer conectar con ellos. ¿Podrías compartirnos si de esa Familia Crística alguno de ellos se convierte en esa inspiración o Guía que está por delante de todos? Y, ¿Cuál es tu forma de vivir a través de él, o de él a través de ti cuando le dejas ese asiento? ¿Cuál es esa relación?
SONIA: Es una relación muy cercana. Realmente hay una figura que a mí me inspira y que va más allá de la religión. Yo fui de pequeña a una escuela católica, pero no me cuadraba nada, no entendía nada. Era como un recuerdo extraño. Yo pensaba “esto no es así”. Después repudié toda la religión, todo lo que me contaban sobre el catolicismo y el cristianismo porque yo sabía dentro que no era así. Después empezó a acercarse de nuevo ese Maestro que para mí es Jesús. Y María Magdalena está al lado, es como la versión femenina, pero son lo mismo. A veces aparece un rostro, a veces otro y detrás está sosteniendo María siempre, muy amorosa. Entonces aparecieron con los años e hice un poco las paces con “la religión” porque entendía que era otro tipo de historia que se malinterpretó.
Para mí ellos, sobre todo la figura de Jesús. Él siempre dice que no lo llamemos Maestro, que lo llamemos Hermano. Que es un hermano mayor que ya hizo u camino previo y que por eso nos está ayudando a despertar (ése es el objetivo). Pero es su figura, la figura de María Magdalena como compañera y la figura de María. Ellos son quienes siento muy cercanos. No hay día que no los sienta cercanos. Sé que esto le ocurre a muchísima gente. En mi día a día es algo muy natral y cuando escucho mensajes ya no me extraño. No lo pongo en duda.
JORGE: Me gustaría aprovechar para que la gente te conozca más en cuanto a los servicios que ofreces, porque es muy valioso lo que haces. Te hago dos preguntas: En esa consulta individual que haces que es maravillosa (yo he estado y la recomiendo), ¿Qué tipo de ayuda puedes prestar? ¿Qué es esa formación de “Sanación por Consciencia”?
SONIA: Yo canalizo, pero tú también. Y hay muchas personas que canalizan y hacen un trabajo fantástico. Yo cuando quise ofrecerme al mundo, las palabras que surgieron fueron “Sanación por Consciencia”. Porque yo preguntaba “¿Cómo ayudo a sanar a los demás?” y se me dijo: “Sanación por Consciencia”. Para mí, si sanas la consciencia, si sanas tu mente, sanas todo lo demás. A veces el cuerpo o las emociones llevan un tempo más, porque vibran a otra frecuencia. Pero si sanas tu mente, si la reequilibras, si la pones al nivel de corazón. Si no la dejas volar, como hace el ego, ahí empiezas a entender de qué va este mundo, de qué va todo y empiezas a caminar de otro modo.
La formación de Sanación por Consciencia la utilizo en todos los talleres que hago. A veces me preguntan las personas cuándo harás el taller o la formación de… (lo que sea) y yo digo: “Cuando me lo digan, o cuando lo sienta”. Mi forma de aplicar la formación fluye muchísimo. No soy para nada metódica. Es una forma en la que conecto con la persona y a través de un vínculo con la persona, desde una consciencia más elevada, fluye todo.
En cuanto a las terapias individuales, no me gusta la palabra terapia, no me considero terapeuta, sino un punto de anclaje, una acompañante, una guía temporal. Hago un “empuje”. Las sesiones individuales suceden hablando, conectando corazón con corazón. La persona no tiene que tener ningún tipo de experiencia previa, ni estar dedicada al mundo espiritual. Desde ahí, me hago a un lado y empiezan a decirme qué decir, cómo expresar o cómo ayudar a la otra persona con lo que se me va diciendo, hasta que siento que la persona comprende. Así funciono, más o menos.
Si te ha gustado lo que has leído hasta aquí, te invitamos a terminar de ver y escuchar esta apasionante entrevista en el siguiente enlace de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=w3NAvRt5ozI&t=2194s
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