Me gustaría en otro post hablar y transmitir información sobre el miedo y como acompañarlo, qué mensaje nos trae y demás, pero hoy solo quiero expresarle lo que siento y expresarlo venga de donde venga, dentro de mi
Ni siquiera sé como empezar, pero entrego este acto de amor a mi divinidad para que me guíe. Hoy he sentido algo especial, algo que jamás había vivido, un agradecimiento hacia algo que podría resultar inimaginable en otra época para mi, hoy doy gracias a mi miedo.
A mi Miedo
Desde el más puro amor, hoy me permito mirarte e incluso te permito que estés en mi, y me permito sentirte. Hoy ya no te rechazo porque te he comprendido, te acepto tal como eres, ya no quiero cambiarte. Gracias a mi YO SOY he podido saber de tu perfecta función y que mi propia creencia sobre ti no me dejaba integrar. Quiero darte las gracias por cada día de tu existencia que has estado en mí, protegiéndome, cuidándome y que, por no hacerlo a mi manera, no pude comprender que me amabas.
Me perdono por cada día que desde la ignorancia te rechacé y te repudiaba hacia lo más oculto de mi sentir y te pido perdón a ti por no mostrarte mi amor. Quiero que sepas lo importante que has sido para mi, cuánto tiempo he vivido desde ti, cuanto tiempo me has guiado y protegido y yo no lo veía, como no ve un niño la intención del padre en cada prohibición.
Durante mucho tiempo me escondí detrás de ti para no mostrar mi sensibilidad y tú siempre estabas ahí cuidándome y protegiéndome de las experiencias para que no sufriera. Yo no sabía que te estaba utilizando, que te manipulaba y luego te culpaba de mis fracasos, perdóname. Perdóname porque hoy comprendo que aunque todos te llamemos miedo, sé que estás viviendo un papel como lo hacen muchas personas en mi vida, un papel a menudo oscurecido para que despertemos.
Hoy sé hermano que no recuerdas que en tu corazón eres amor puro. Hoy que me acerco hacia Dios y hacia el amor de mi corazón, no puedo dejarte ni abandonarte, por eso permíteme que te dedique todo el tiempo que necesites para que puedas verte y puedas saber que en verdad eres amor y que ya puedes dejar de protegerme porque quiero que descanses y permitas al amor hacerlo de una forma diferente.
Ahora se quien eres, eres parte de mí, y por tanto, uno conmigo. Amado miedo hoy puedo comprender cuán paciente ha sido tu espera y tu compañía en mi caminar. Más hoy te reconozco y desde este amor libre te digo “ve hermano, adelántate, ve a la fuente y reconócete, yo soy tu creador que te libera, y tú eres mi hijo amado, ve amado mío, reconoce toda tu luz y vuelve a mi libre, lleno de amor en la plenitud de tu pureza y muéstrame el camino a casa”.
Hoy sé amado hijo que sin ti no hubiera podido llegar a ninguna parte, ni hubiera podido despertar el amor, ni el impulso de vuelta a casa. Hoy se amado miedo que gracias a ti, soy quien soy.
Te amo y te bendigo, para que adelantes y prosperes como la luz que eres. Gracias por todo lo que hemos compartido, porque me hiciste grande, me hiciste fuerte, y me mostraste la entrega incondicional del que busca el camino a casa sin importar el tiempo. Tu intención ha sido autentica, pero ahora siento que tengo que elegir otra formula.
Por eso hoy me comprometo contigo a mostrarte eso que eres pero que no ves de ti, como es la dulzura, la paz, el poder y elijo hacerlo desde la aceptación, misericordia y compasión que te mereces.
Traes, amado miedo, dentro de ti inscrita a fuego tu misión de vida, PROTEGER y GUIAR, y lo haces infinitamente bien, no has de dejar de hacer lo que haces, no vamos a sacrificar nada, ni a perder nada, seguirás haciendo lo que haces pero soltando lo que crees que eres y haciéndolo desde otro lugar dentro de ti. En ese camino te transformaras sin darte cuenta, solo intenta por un momento soltar las riendas de como hacerlo y encontraras esa formula que buscas, amado miedo, para ello te traigo una enorme herramienta, la aceptación incondicional de ti mismo.
Siempre uno, te amo, me amo
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